La moda lenta representa una respuesta sostenible a los desafíos de la industria de la moda.
Fecha
20 marzo 2025
La moda lenta representa una respuesta sostenible a los desafíos de la industria de la moda.
No es solo una tendencia, sino una necesidad: hay que tener en cuenta que el 25% de las prendas producidas en todo el mundo se queda sin vender, y cada segundo se quema o envía al vertedero un camión de ropa. La producción textil es responsable de aproximadamente el 20% de la contaminación del agua potable a nivel mundial.
En este contexto, la moda lenta busca reducir el impacto ambiental involucrando toda la cadena de producción, desde el diseño hasta la distribución, mediante el uso de materiales ecológicos, la reducción de desechos, la promoción de una producción ética y un consumo más responsable.
A pesar de que ha aumentado la conciencia sobre el tema, aún queda mucho por hacer. Los profesionales en este campo serán cada vez más demandados para abordar una urgencia que ya no puede ser ignorada.
La moda lenta, o slow fashion, se basa en principios fundamentales que la contraponen a la moda rápida (fast fashion). Este enfoque da prioridad a la calidad sobre la cantidad, enfocándose en la producción de prendas diseñadas para durar, hechas con materiales naturales y/o resistentes y utilizando técnicas de fabricación precisas. El sector de la moda rápida, por otro lado, está dominado por fibras sintéticas como el poliéster y la poliamida por una razón muy sencilla: tienen un costo de producción muy bajo. Estos materiales, además de ser potencialmente dañinos para la piel (no es raro encontrar residuos de metales pesados como cromo, níquel y mercurio), son responsables de millones de toneladas de microplásticos en los océanos.
Las colecciones de moda lenta son menos frecuentes y más focalizadas, en contraste con la frenética sucesión de micro-tendencias típica de la moda rápida. Las prendas están diseñadas para ser usadas y apreciadas con el tiempo, en lugar de ser rápidamente reemplazadas.
Las marcas que abrazan la moda lenta también se caracterizan por una cadena de producción ética y transparente. Desde el origen de las materias primas y las condiciones salariales y de seguridad de los trabajadores hasta la eliminación de desechos, cada etapa del proceso de producción se supervisa cuidadosamente y se optimiza para reducir el impacto ambiental y garantizar el respeto de los derechos humanos.
Un ejemplo emblemático de este enfoque es Patagonia, una empresa que ha hecho de la sostenibilidad y la ética su sello distintivo. Para la producción de sus prendas utiliza materiales reciclados y orgánicos y ofrece un servicio de reparación en caso de rotura o daño para prolongar su vida. Además, la empresa se compromete activamente en la protección del medio ambiente, destinando parte de sus beneficios a proyectos de conservación y sostenibilidad. Patagonia demuestra que es posible combinar éxito económico y responsabilidad social, ofreciendo a los consumidores productos de calidad que respetan el planeta y las personas.
La economía circular en la moda se basa en el principio de reutilización y reciclaje, creando un sistema donde nada se desperdicia.
Para las empresas, adoptar un modelo de economía circular puede significar:
Al adoptar estas prácticas, las empresas no solo contribuyen a un futuro más sostenible, sino que también pueden obtener una ventaja competitiva, mejorando su reputación y respondiendo a las crecientes expectativas de los consumidores en términos de responsabilidad ambiental.
La industria de la moda tradicional ejerce un impacto significativo en el medio ambiente y la sociedad, contribuyendo al consumo excesivo de recursos naturales, la contaminación y las prácticas laborales no éticas. Por el contrario, la moda lenta se propone como un modelo más responsable y sostenible, apuntando a mejorar varios aspectos de la producción y el consumo a través de intervenciones concretas, tales como:
La industria de la moda está experimentando una revolución gracias a las tendencias emergentes en el campo de la sostenibilidad.
Un aspecto crucial es la adopción de sistemas de trazabilidad basados en la tecnología blockchain, que garantizan una cadena de producción más transparente y responsable. Estos sistemas permiten a los consumidores conocer el origen de los materiales y los procesos de producción, promoviendo una mayor conciencia y confianza.
La evolución del marketing experiencial en entornos virtuales también está jugando un papel fundamental a la hora de redefinir la interacción entre las marcas de moda y los consumidores. A través de experiencias inmersivas, como desfiles virtuales y showrooms interactivos, las marcas pueden involucrar al público de forma nueva y atractiva, ofreciéndoles la oportunidad de explorar colecciones y productos en un contexto digital.
Otro aspecto crucial es la exploración de materiales alternativos. La investigación y la innovación están incentivando el desarrollo de tejidos que producen menos desechos durante la fase de producción y son duraderos, biodegradables, reciclables, regenerativos y reutilizables.
La moda lenta representa una revolución necesaria en el sector de la moda, impulsada por la creciente conciencia ambiental de los consumidores y la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles. Para quienes deseen emprender una carrera en este sector en evolución, el IED ofrece cursos especializados que proporcionan las habilidades necesarias para convertirse en protagonistas del cambio en el mundo de la moda sostenible, tanto en el ámbito de la comunicación y gestión como en el diseño y estilismo.
Por ejemplo, el Diploma Académico de Segundo Nivel en Milán se centra en las habilidades de diseño para la creación de colecciones de moda responsables, integrando sostenibilidad e innovación en el proceso creativo. El Máster en Diseño de Moda en Roma prepara a la nueva generación de Diseñadores de Moda, proporcionando una sólida metodología de diseño y profundizando en el uso de materiales innovadores y procesos circulares. Para aquellos que buscan una formación concentrada, específica e inmersiva, no faltan las propuestas en el extranjero, en Bilbao y Barcelona.